Dic 25, 2020 | Narrativas y Poesías
Tamar, Ruth, Rahab y Betsabé.
Quisieron borrar sus rastros pero no pudieron
Con el nacimiento de Jesús
Las silenciadas, las marginadas, las extranjeras, las “sospechosas”
Son nombradas.
Con el nacimiento de Jesús, se nos recuerda
La paradoja de la vida
Que lo débil es fuerte
Que lo de valor es la sencillez
Que lo de valor está en cómo Dios nos mira
Tamar, Ruth, Rahab, Betsabé.
No serán olvidadas porque el nacimiento de Jesús
Reivindica a todas, a todos.
A las extranjeras, a las que son tratadas como de menos valor
A las odiadas, a quienes, en la mesa de noche buena.
La noche es mala.
Sin casa, sin posada, sin comida, sin tierra.
El nacimiento de Jesús, nos recuerda que las abuelas son importantes
Sin ellas no hay vida
Sin ellas no habría esperanza
Sin las abuelas de Jesús no podríamos asombrarnos,
Con la espera de lo inesperado.
Las abuelas de Jesús, nos recuerdan el motivo de Jesús.
Es por ellas que Jesús nace
Trayendo la esperanza para las “desheredadas”
Feliz Navidad
Sep 19, 2020 | Narrativas y Poesías
Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Y María les respondía: Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido; ha echado en el mar al caballo y al jinete.
–Éxodo 15:20-21
“La abuela cantaba en la hamaca a su hijita, cantaremos para no morir»
Cada 25 de febrero el pueblo gunadule conmemora la revolución gunadule de 1925. Cuando el gobierno colonial panameño, en miras del llamado “desarrollo,” decidió seguir una política opresora en contra de aquellos que según ellos no permitían tal “desarrollo” decidió que como indígenas los gunadule que eran salvajes y tenían que “civilizarlos.” Los policías obligaban a las mujeres a despojarse de las prendas que utilizaban en los brazos y piernas, los winis, las forjaban a quitarse el olasu (argolla de oro) de la nariz, se las obligó violentamente vestirse con el traje que traían los policías. Nuestras hermanas gemían por el maltrato de los policías. Se nos prohibía hablar nuestra lengua, practicar las ceremonias, incendiaron nuestras casas, profanaron las tumbas y tomaron las pecheras de oro de los cuerpos de las hermanas y mataron con sus armas a nuestros hermanos. Todas las comunidades sufrían este hecho violento hacia nuestro pueblo. Entonces nuestro pueblo decidió levantarse para luchar contra el sistema y los policías, recordaron los cantos ancestrales y la lucha de nuestras ancestras y ancestros quienes en época de la conquista también lucharon y resistieron a la conquista. Recordaban a Ibeler y sus hermanos (líderes gunadule contados en los cantos orales). Oraban a Nana y Baba (Mamá y Papá) nombre que nuestro pueblo le da Dios. Y su oración era constante, clamando a Dios. Se reunieron y crearon las estrategias. Las abuelas se prepararon también para vendar las heridas, y ayudar en los preparativos. En el mes de febrero en Panamá se celebra generalmente los carnavales, así que los policías al celebrar esta fiesta imponían sus músicas, bailes y tomaban mucho licor. La comunidad en su estrategia dejó que los policías lo celebraran. Y cuando estaban festejando, los atacaron. Estas memorias están atravesadas por la participación de las personas que vivían en las comunidades. Quiero compartir un relato escrito en honor a una niña que contribuyó con la bandera, símbolo de resistencia de la lucha de la revolución de 1925.
Revolución Dule: Tiene rostro de niña, tiene rostro de mujer
Nunca olvidaremos este sonido. El sonido del morbeb (caracol) de un 25 de febrero de 1925. Rostros pintados con nisar (achiote), en señal de lucha. Los urigan (guerreros gunadule), estaban listos para defender nuestra identidad. ¿Cómo olvidar aquel día de febrero de 1925, cuando nuestras abuelas y abuelos resistieron a las amenazas del gobierno colonial de arrebatarnos lo que por siglos habíamos cuidado: nuestra dignidad?
En un lugar oscuro en una comunidad gunadule, se escucha la voz de un policía: “No hablen en su lengua, no se vistan con mola (arte y blusa que usa la mujer gunadule), no practiquen sus ceremonias. ¡Es hora de que el salvaje sea civilizado!” Pero justo a esa misma hora se escuchan otras voces que decían: “Es tiempo de recordar nuestros relatos, los de aquellos guerreros que desde la época de la conquista han luchado por conservar nuestra identidad.”
Y mientras los hombres se preparaban para la batalla en una choza gunadule, una niña de once años confeccionaba la bandera de la revolución dule. ¿Quién se imaginaría que el arte de esta niña, sería el símbolo emblemático de la lucha de la nación gunadule? Mientras las mujeres y los hombres gritaban: “¡Que viva la revolución dule de 1925! ¡Waga Ebingili!”, María Colman gritaba en su mente y corazón a través de su arte “¡Que viva ese día, el día que jamás olvidaremos!” Aquella niña se unió al canto de nuestras abuelas y abuelos, para recordarnos que nuestra Revolución Dule también tiene rostro de niña, tiene rostro de mujer.
Me imagino a María la profetisa y a todas las mujeres con este mismo sentimiento de aquella niña, de las mujeres gunadules quienes al ver como Dios los liberó de la explotación, violencia, la conquista, colonialidades del imperio. Sus cuerpos manifiestan la danza de la liberación, el canto de la libertad. Ella cantó, la pandereta sonó y retumbó como voz de Dios en el corazón de la comunidad que vio las memorias y proezas de su libertador. Cuerpos liberados danzaron, las mujeres danzaron, los sentidos expresando el movimiento de la Ruah en ellas. Es ese soplo de La Espíritu que se mueve que nos emancipa de aquello que quiere esclavizarnos. Y cuando el cuerpo se mueve y toca el piso, junto con la Tierra estremece la alabanza al Dios de la libertad. No se dice mucho de ellas, pero aún el silenciamiento en los relatos de la participación de la mujer, no pudieron ahogar este símbolo de la libertad.
Un espacio muy importante que ocuparon las mujeres en ese periodo previo a la configuración de la teocracia judía fue el espacio religioso. Las fuentes epigráficas y arqueológicas sustentan las funciones de las mujeres en estas áreas. María canta, su himno precedido al de Moisés, quizás todo el himno fue cantado por mujeres.
Del silencio de los relatos bíblicos muchas veces se hacen en relación con la participación de la mujer en aspectos de liderazgo. Pero todo canto que sale del corazón que ora a Dios no será silenciado jamás, aún los anónimas porque el creador, la creadora, lo devolverá como resistencia y fuerza para las nuevas generaciones de mujeres quienes recordamos las memorias de nuestras ancestras. Unidas al círculo del tejido de la sororidad.
Los ritos, las ceremonias, las danzas en las culturas indígenas son símbolos que muestra el corazón del pluriverso de un pueblo, mantienen la identidad de los pueblos sin ellos, no hay preservación de la vida de una nación, no hay preservación de la vida. Cantamos con María, cantemos con las hermanas gunadule, con las mujeres indígenas:
Somos hijas de la nación gunadule
Somos hijas de Abya Yala,
Tierra salvada
Amada por Nana y Baba
Tierra madura, Tierra de sangre
En nuestras venas llevamos la resistencia, la danza, el canto de nuestras abuelas
Nana y Baba nos dieron vida
Cantamos desde que nacemos
Las abuelas nos cantan y su canto se une con la de la Gran Madre
Al nacer cantaron es niña y la comunidad celebró el nacimiento de una mujer envuelta con el misterio y gracia de la sabiduría de Mamá y Papá.
Envueltas en capa de sabiduría, momoll, metamorfosis de la vida
Nuestro lamento por la espada de los conquistadores se convirtió en canto
Cuando el sol se volvió sangre
Y los gritos de nuestras abuelas y abuelos se escucharon
El cielo trono
LLuvia cayó
Y la Tierra se estremeció
El río creció
Y se llevó el cuerpo de los malvados
Nuestro llanto se transformó en canto
Danza, nuestros cuerpos liberados, unidos con la danza de la Tierra
Hicimos nuestros ritos, las mujeres celebraron las ceremonias
Nos vestimos con nuestros mejores atuendos
La mola, el wini, el olasu desfilaron triunfantes
Nos unimos al canto de las mujeres
Somos hijas de la Gran Madre
Corre en mi ser la sabiduría que pasaron de generación en generación a través del cordón umbilical la virtud de las mujeres.
Somos sobrevivientes de las memorias de terror,
Somos las hijas de Dios
Los jinetes y los caballos han arrojado al mar.
Las espadas del conquistador fueron quebradas por la lluvia frondosa en el Abya Yala
El canto de las mujeres, de las mujeres indígenas, de la mujer gunadule, el canto de Miriam no será silenciada, jamás, la divinidad que tiene rostro de mujer nos ha liberado.
Jun 20, 2020 | Narrativas y Poesías
Parecen fantasmas, pasan a nuestros lados, puedes sentir sus pisadas, hueles su aliento, ves sus huellas, la selva escucha sus gritos. Pero son invisibles. No los vemos o no los queremos ver.
Seiko, un joven del Congo, se preguntaba ¿Dónde están nuestros hermanos? ¿Dónde están nuestras hermanas? Nadie nos escucha, nadie nos ve. Somos los invisibles.
Por más de 500 años Panamá ha sido zona de tránsito. Tránsito de oro, de humanos, de poder, de ambición, de esperanzas. Conquistadores, piratas, corsarios, pueblos indígenas quienes han estado convergiendo con sueños, anhelos, pasiones algunos con propósitos loables y otros con deseos enfermizos de ambición y poder para destruir.
Si tan solo pudiéramos tener la capacidad de escuchar la voz de la selva de Darién; escucharíamos historias de tragedia, de amor, de supervivencia… La jungla te contaría memorias peligrosas que la selva quisiera que nunca se hubieran vivido en este misterioso y enigmático lugar. Pero aunque nos parezca lejana esta historia, esta realidad se vive hoy en el Darién, parece un deja vu. Hoy con otros rostros, con otras voces, pero sigue siendo la historia de los invisibles.
Miles de humanos caminan, suben valles, nadan los ríos y mares. Y mientras lees esta historia ellos siguen transitando en el Darién; sus cuerpos casi moribundos, sus lágrimas se pierden con la fuerte lluvia, su voz se ahoga con el rugir del puma, sus rostros son cubiertos por lo frondoso de la selva, el rugir de su estómago se desvanece con las voces de los animales salvajes; con un solo deseo, el deseo de una vida plena para ellos, para sus hijos e hijas.
El tapón de Darién, espesa y peligrosa zona selvática de 266 kilómetros compartida por Panamá y Colombia, ruta de migrantes, narcotraficantes, madereros ilegales y de poblaciones indígenas. Allí, se entrecruzan los rastros de los pies de migrantes que vienen de distintas regiones de América, África y Asia; luchando con un solo objetivo llegar Estados Unidos. Pero en esta travesía angustiaste se encuentran burlados y engañados por personas que le cobran diciéndoles que les pueden guiar por el tapón de Darién y los dejan tirados a su suerte por Cabo Tiburón. Rostros de niños, jóvenes, ancianos, mujeres, de hombres, huyendo de la guerra, del hambre, niños que quieren reunirse con sus padres porque emigraron de Sur América a Estados Unidos. Mientras caminan en la inhóspita selva, piensan ya falta poco para libertad y eso le da fuerzas para continuar.
Pero cuanda pasan por el río Turquesa hacen silencio, en reverencia a los cientos de personas que han muerto.
Pregúntale al río, él ha sido protagonista y testigo mudo de este fatídico último momento: la muerte.[1] Darién, Darién por ti han pasado miles de migrantes, pero para muchos parecen 0. Llamemos a juicio al año 2015, 2016, 2017,2018, 2019. ¿ Cuántos han sido? ¿ Cuántos? Y aunque se escucha un rumor que son 81 mil, la realidad es que son muchos más los invisibles que pasan por el Darién.
En estos días, mientras lloraba amargamente por esta tragedia, escuche la voz de una niña, estaba con su papá y sus dos hermanitas; la doctora llegó, intentó salvarle la vida al papá. Una hora dándole RCP, el papá no sobrevivió. Y en medio del silencio, todos mirando a los niños, uno de 13, otro de 10 y el menor de 3. Las niñas de 13 y 10 gritaban en Francés Jesús, Jesús.[2]Y mientras ,por primera vez, ví a los invisibles. Me quedé pasmada, el grito de estas niñas era desgarradora. Y yo me pregunté ¿ Dónde está Jesús? ¿ Dónde está? Cuando una vez más en el grito de las niñas me pude ver reflejada. Jesús está, pero su iglesia ¿donde está?. Los invisibles son visibles para Jesús, ¿pero para ti? ¿Para mí? quizás siguen siendo invisibles.
[1] https://impresa.prensa.com/panorama/Ruta-Darien-cobrado-vida-migrantes_0_5328967097.html
[2] Basada en hechos reales, pero por razones de seguridad del médico no se pueden revelar nombres, ni el país.
Abr 28, 2020 | Narrativas y Poesías
Por: Jocabed R. Solano Miselis
La tumba vacía
Memoria del resucitado Jesús
También memoria de las resucitadas
¿Dónde está el cuerpo?
El corazón de las mujeres palpita con esta palabra en la mente
¿Dónde está el cuerpo del maestro?
Lloran desconsoladas
Silencio, llanto, temblor
La desesperanza es atravesada por el movimiento de la Pascua
La Tierra se mueve, señal de la resurrección
La creación entera vive el acontecimiento de vida
La Pascua lo mueve todo nos orienta hacia la salvación
No queda nada fuera
Toda la creación experimenta la salvación
La voz de Jesús manifestación de su resurrección
Llama a Magdalena por su nombre
Ella pasa del llanto a la alegría
Del silencio a compartir la buena noticia
Jesús nos llama por nuestros nombres
Nos invita a vivir la vida de manera diferente
Nos convida a experimentar su resurrección
Es la invitación para todas y todos
Para los indiferentes
Para los alienados
Para quienes nos sentimos solas,solos, perdidas, perdidos
Para quienes reconocemos que tenemos sed y hambre de resurrección
La resurrección presente en nuestras lágrimas
Presente en nuestras dudas e incertidumbres
Presente en nuestra vulnerabilidad
La resurrección presente en la muerte
Camina entre los abandonados, los enfermos
Los que vivimos sin rumbo, los sin tierra, migrantes
La fuerza de la resurrección en lo sencillo de la vida
En el encuentro con el otro
Alrededor de la mesa, con la risa de la niñez, en toda su creación
En el aroma del pan y el café
En el cacao, en la copa de vino
En el maíz y la tortilla
En el campo, en la ciudad
En la danza, en el fogón
En el trabajo de la hermana indígena, del campesino
En la siembra y la cosecha
En el amanecer y anochecer
En el nacimiento y la muerte
En el ciclo de la vida en el ciclo de la Tierra
La resurrección nos interpela nos pregunta
¿Qué es la Pascua para nosotros?¿Cómo nos atraviesa?
Desde la resurrección de Cristo sabemos que la vida venció a la muerte
Y que el amor es más fuerte que el miedo.
La vida venció
Invitándonos a vivir amando a toda su creación.
Amando al prójimo
Profundizando en el misterio del más allá.
Disfrutando de la bondad de su creación
De lo bueno de la vida
Contemplando la belleza de su creación
Acogiendo la experiencia de la buena noticia
Abriendo la mesa para compartir los frijoles, la chicha, el plátano, la arepa, el mate, el dule masi
Es la comunión unos con otros
La solidaridad con todos
La sororidad con todas
En el tejido de la comunidad
El movimiento de la Tierra señal de su resurrección
La Pascua Memoria de los resucitados
Memoria del resucitado Jesús.
Inglés
The empty tomb
Memory of the resurrected Jesus
And memory of all the resurrected
Where is the body?
The women’s hearts beat with this word in their minds
Where is the master’s body?
They cry heartbroken
Silence, crying, tremor
Hopelessness is pierced by the Easter movement
Earth moves, sign of the resurrection
The whole creation lives the breaking out of life
Easter moves everything and turns us towards salvation
There’s nothing left out
All creation experiences salvation
The voice of Jesus manifestation of his resurrection
Calls to Magdalena by name
She goes from crying to joy
From silence to sharing the good news
Jesus calls us by our names
Invites us to live life differently
He compels us to experience his resurrection
It’s the invitation for each and every one
For the indifferent
For the alienated
For those of us who feel lost and alone
For those of us who recognize that we hunger and thirst for resurrection
Resurrection present in our tears
Present in our doubts and uncertainty
Present in our vulnerability
Resurrection present in death
It walks among the abandoned, the sick
Those of us who live aimlessly, the landless, the migrants
The strength of resurrection in the simplicity of life
In the encounter with one another
Around the table, in the laughter of children, in all creation
In the scent of bread and coffee
In cocoa, in a glass of wine
In corn and tortillas
In the countryside, in the city
In the dance, in the oven
In the work of our indigenous sister, the rural farmer
In sowing and harvest
At dawn and sunset
In birth and death
In the cycle of life in, the cycle of the Earth
Resurrection challenges us and asks us
What is Easter to us? How does it move through us?
From the resurrection of Christ we know that life defeated death
And that love is stronger than fear.
Life won
Inviting us to live loving all her creation.
Loving neighbor
Wading deep into the mystery of the afterlife.
Enjoying the goodness of her creation
Of that which is good in life
Contemplating the beauty of her creation.
Welcoming the experience of the good news
Offering the table to share beans, chicha, plantains, arepas, mate, and dule masi
It is communion with one another
Solidarity with all
Fellowship with all
In the fabric of community
The movement of the Earth, sign of its resurrection
The Easter Memory of the Resurrected
Memory of the resurrected Jesus.
translation by Victoria Greaves
The empty tomb
Memory of the resurrected Jesus
And memory of all the resurrected
Where is the body?
The women’s hearts beat with this word in their minds
Where is the master’s body?
They cry heartbroken
Silence, crying, tremor
Hopelessness is pierced by the Easter movement
Earth moves, sign of the resurrection
The whole creation lives the breaking out of life
Easter moves everything and turns us towards salvation
There’s nothing left out
All creation experiences salvation
The voice of Jesus manifestation of his resurrection
Calls to Magdalena by name
She goes from crying to joy
From silence to sharing the good news
Jesus calls us by our names
Invites us to live life differently
He compels us to experience his resurrection
It’s the invitation for each and every one
For the indifferent
For the alienated
For those of us who feel lost and alone
For those of us who recognize that we hunger and thirst for resurrection
Resurrection present in our tears
Present in our doubts and uncertainty
Present in our vulnerability
Resurrection present in death
It walks among the abandoned, the sick
Those of us who live aimlessly, the landless, the migrants
The strength of resurrection in the simplicity of life
In the encounter with one another
Around the table, in the laughter of children, in all creation
In the scent of bread and coffee
In cocoa, in a glass of wine
In corn and tortillas
In the countryside, in the city
In the dance, in the oven
In the work of our indigenous sister, the rural farmer
In sowing and harvest
At dawn and sunset
In birth and death
In the cycle of life in, the cycle of the Earth
Resurrection challenges us and asks us
What is Easter to us? How does it move through us?
From the resurrection of Christ we know that life defeated death
And that love is stronger than fear.
Life won
Inviting us to live loving all her creation.
Loving neighbor
Wading deep into the mystery of the afterlife.
Enjoying the goodness of her creation
Of that which is good in life
Contemplating the beauty of her creation
Welcoming the experience of the good news
Offering the table to share beans, chicha, plantains, arepas, mate, and dule masi
It is communion with one another
Solidarity with all
Fellowship with all
In the fabric of community
The movement of the Earth, sign of its resurrection
The Easter Memory of the Resurrected
Memory of the resurrected Jesus. |
La tumba vacía
Memoria del resucitado Jesús
También memoria de las resucitadas
¿Dónde está el cuerpo?
El corazón de las mujeres palpita con esta palabra en la mente
¿Dónde está el cuerpo del maestro?
Lloran desconsoladas
Silencio, llanto, temblor
La desesperanza es atravesada por el movimiento de la Pascua
La Tierra se mueve, señal de la resurrección
La creación entera vive el acontecimiento de vida
La pascua lo mueve todo nos orienta hacia la salvación
No queda nada fuera
Toda la creación experimenta la salvación
La voz de Jesús manifestación de su resurrección
Llama a Magdalena por su nombre
Ella pasa del llanto a la alegría
Del silencio a compartir la buena noticia
Jesús nos llama por nuestros nombres
Nos invita a vivir la vida de manera diferente
Nos convida a experimentar su resurrección
Es la invitación para todas y todos
Para los indiferentes
Para los alienados
Para quienes nos sentimos solas,solos, perdidas, perdidos
Para quienes reconocemos que tenemos sed y hambre de resurrección
La resurrección presente en nuestras lágrimas
Presente en nuestras dudas e incertidumbres
Presente en nuestra vulnerabilidad
La resurrección presente en la muerte
Camina entre los abandonados, los enfermos
Los que vivimos sin rumbo, los sin tierra, migrantes
La fuerza de la resurrección en lo sencillo de la vida
En el encuentro con el otro
Alrededor de la mesa, con la risa de la niñez, en toda su creación
En el aroma del pan y el café
En el cacao, en la copa de vino
En el maíz y la tortilla
En el campo, en la ciudad
En la danza, en el fogón
En el trabajo de la hermana indígena, del campesino
En la siembra y la cosecha
En el amanecer y anochecer
En el nacimiento y la muerte
En el ciclo de la vida en el ciclo de la Tierra
La resurrección nos interpela nos pregunta
¿Qué es la Pascua para nosotros?¿Cómo nos atraviesa?
Desde la resurrección de Cristo sabemos que la vida venció a la muerte
Y que el amor es más fuerte que el miedo.
La vida venció
Invitándonos a vivir amando a toda su creación.
Amando al prójimo
Profundizando en el misterio del más allá.
Disfrutando de la bondad de su creación
De lo bueno de la vida
Contemplando la belleza de su creación
Acogiendo la experiencia de la buena noticia
Abriendo la mesa para compartir los frijoles, la chicha, el plátano, la arepa, el mate, el dule masi
Es la comunión unos con otros
La solidaridad con todos
La sororidad con todas
En el tejido de la comunidad
El movimiento de la Tierra señal de su resurrección
La Pascua Memoria de los resucitados
Memoria del resucitado Jesús.