Tamar, Ruth, Rahab y Betsabé.
Quisieron borrar sus rastros pero no pudieron
Con el nacimiento de Jesús
Las silenciadas, las marginadas, las extranjeras, las “sospechosas”
Son nombradas.
Con el nacimiento de Jesús, se nos recuerda
La paradoja de la vida
Que lo débil es fuerte
Que lo de valor es la sencillez
Que lo de valor está en cómo Dios nos mira
Tamar, Ruth, Rahab, Betsabé.
No serán olvidadas porque el nacimiento de Jesús
Reivindica a todas, a todos.
A las extranjeras, a las que son tratadas como de menos valor
A las odiadas, a quienes, en la mesa de noche buena.
La noche es mala.
Sin casa, sin posada, sin comida, sin tierra.
El nacimiento de Jesús, nos recuerda que las abuelas son importantes
Sin ellas no hay vida
Sin ellas no habría esperanza
Sin las abuelas de Jesús no podríamos asombrarnos,
Con la espera de lo inesperado.
Las abuelas de Jesús, nos recuerdan el motivo de Jesús.
Es por ellas que Jesús nace
Trayendo la esperanza para las “desheredadas”