Mor magnai — Cosiendo la mola
Informe del encuentro de Memoria Indígena, Guna Yala, Panamá 2018

Los tejidos en nuestros pueblos indígenas son memorias que nos hablan de la vida y experiencia milenaria de nuestros pueblos en Abya Yala (el nombre con que se conoce al continente que hoy se nombra América, que literalmente significa tierra en plena madurez o tierra de sangre vital). Estas memorias se crean mediante las pinturas sacadas de los frutos de las plantas, de la piel de animales como la lana, de los inventos creados por los seres humanos como los hilos y agujas, entre otros elementos que nos muestran la fuerza de nuestras identidades. Uno de los tejidos emblemático de la nación Gunadule es la mola (arte textil y forma de comunicación de la mujer gunadule). Deseamos que este diseño nos permita reconocer una de las maravillas de cómo el pueblo Gunadule ha sustentado sus memorias. Y a través de la metáfora de la mola quisiéramos compartir las experiencias, desafíos y propuestas que surgieron de nuestro encuentro entre Indigenous Pathways y Memoria Indígena en Senidub, Icodub, Moraggedub, y Gaigirgordub en territorio de la nación Gunadule en Guna Yala. En este proceso no somos una aguja pasiva, al contrario somos hilos y agujas que se unen al gran diseñador que es el Creador y a partir de unir nuestros hilos de distintos colores seguimos creando nuevos diseños. Sin duda en esto consiste Memoria Indígena. Una creación colectiva donde todas y todos estamos invitados a seguir tejiendo y en este entretejido sigamos recordando y mirando con esperanza lo que el Creador/la Creadora sigue cosiendo en los pueblos del Abya Yala.

 

Nermagged (Dibujar)
Para que el diseño de la mola esté lleno de contrastes, líneas, curvas, figuras, geometría necesitas hacer un buen diseño. Estos bocetos permiten que la mola al ser cocida tome presencia y vida, revelando el diseño de la artista.

Desde hace unos años decidimos como Memoria Indígena acercarnos a la comunidad indígena de aprendizaje NAIITS. Poco a poco empezamos a dibujar la ruta para esta travesía. Fuimos a los simposios que se realizan cada año y allí fuimos desarrollando una relación con Terry LeBlanc, Shari Russell, Gene Green y otros. Oramos a Dios que este tejido se fortaleciera porque sabemos que uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente! (Eclesiastés 4:12). Dios escuchó nuestra oración y nos abrió puertas de oportunidades para profundizar esta relación. Él con su aguja unió hilos que puso en nuestro corazón para soñar, tejer y remar.

 

Algunos hilos que dieron forma al diseño de la mola fueron algunas preguntas planteadas por los participantes. ¿Cómo dialogan las buenas noticias de los buenos propósitos de Dios revelados por Jesucristo con las memorias de los pueblos en Abya Yala? ¿De qué manera interactúa el ser indígena/originario con el seguimiento de Jesús? ¿Cómo nos reconocemos dentro de la mola de los relatos compartido de nuestra/s comunidad/es por el Espíritu de Vida? ¿Cómo escuchamos y vemos la presencia de Dios en las narrativas de nuestros ancestros? ¿Cuáles han sido los aportes de los líderes indígenas cristianos que han contribuído en sus comunidades desde el seguimiento de Jesús? ¿Qué hace palpitar el corazón de Dios para los pueblos del Abya Yala? ¿De qué manera debemos caminar juntas y juntos como organizaciones indígenas cristianas quienes reconocen la importancia del fortalecimiento de la comunidad? ¿Somos conscientes del colonialismo que fermenta las masas de nuestro pueblo y que viene enmascarado con religiosidad y muchas veces con la “bandera del cristianismo”? Estás preguntas, reflexiones y muchas más nos permitieron profundizar en un diálogo sincero, transparente y veraz, además de llevarnos a puntualizar y proponer nuevos diseños para la mola desde una creación comunitaria. Compartiremos algunos de estos hilos a continuación.

Mor binid (Nuevos diseños de mola)

El arte de diseñar la mola surge mediante la experiencia de enfrentar nuevos desafíos. La artista empieza a crear y recrear nuevos estilos que le permiten disfrutar de nuevos trozos.

Desde que ingresemos a territorio de la nación Guna en Guna Yala, el orden social y económico ya comenzaba generar interrogantes. Nos acercabamos al primer peaje para ingresar a un territorio autónomo. Sin duda, para impulsar una economía propia, como la que estábamos viendo y lograr esa independencia como nación, un proceso que les ha costado históricamente enfrentamientos e interlocuciones con el Estado. A pesar de todo, es asombroso que en un continente donde las estructuras de gobierno y sus políticas desfavorece y reduce a los mal llamado “minoría étnica” los Gunadule han aprendido adaptar las políticas a su favor y así poder garantizar su permanencia.

Parte de esa autonomía de los Gunadule les ha permitido preservar sus playas y cordilleras frente a un progreso que devora y domina la creación. Al mismo tiempo es notorio la resistencia a desaparecer y la búsqueda constante a responder a nuevos fenómenos culturales sin dejar de conservar las expresiones propias. Aquí después de tantas luchas los Gunadule siguen poniendo retazos de telas para transformar y hacer de ellas nuevas figuras que se pone a la vista, como es el caso de la apropiación de un turismo étnico.

Nuestras primeras pisadas al territorio Guna nos fue envolviendo en su riqueza cultural y natural. Y precisamente en esas primeras experiencias comenzábamos hacer memoria a partir de las inquietudes y las observaciones que ya nos invitaba no sólo a cuestionar a las formas de vida de los Guna, sino en el fondo poner en descubierto lo que somos como pertenecientes de otras naciones originarias. Así que el encuentro incentivó las formas de aprendizaje como indígenas; caminar, pensar, guardar, conversar y conservar.

Nuestro encuentro en la isla como las aves migratorias que justo en esa época se encontraban de paso en el lugar, nos permitió hacer pausa para reflexionar, intercambiar y seguir el camino en comunidad. Reconociendo que como las aves somos de aquí y de allá pero que tenemos una casa en comùn a la cual también llamamos madre, desde los espacios de devocionales ya comenzábamos a sentir y escuchar la voz de esa madre que nos sostiene, la voz de Dios que nos envuelve y se manifestaba en forma de la brisa caribeña. El mar entonaba su canto, el espíritu se hizo presente mientras se entonaba un himno aymara “No volver atrás”; canto espiritual y memoria que recoge y nos recuerda a nosotros las luchas de los hermanos indígenas bolivianos, cuando los hacendados acaparaban sus tierras y este canto les daba aliento para seguir caminando y soñando. Desde aquí ya estábamos tejiendo la mola, trazando dibujos y plasmando una historia.

 

Memoria y baile

Nuestra estadía en una isla permitió una mayor cercanía con otros hermanos, sin embargo hacía falta sumergirnos más en la cultura Gunadule, en el vivir diario y en sus relaciones cotidianas. Nuestra visita a la isla guna habitada nos permitió sentirnos extraños, una sensación que establece la distinción aunque en un mismo espíritu y una misma danza, aquella que retribuimos por la gratitud de nuestra vida.

Una isla es como una casa común; la escuela, las viviendas de las familias, la casa de congreso y la casa de chicha. Cada uno da un orden y sentido a la comunidad. Este es el caso de la Casa de Congreso. Al entrar nos obliga a estar en disposición de reverencia, disimular nuestro asombro y reprimir ese deseo impulsivo de fotografiar, para abrir nuestra imaginación, a la expectativa del mundo que nos abre los Saglas y Argar, autoridades de las comunidades gunadule que conocen sobre las leyes, tratados, y cantos que se remontan de épocas ancestrales. En las historias orales que emplean los Gunas a través de los Saglas, se narra los procesos coloniales, su resistencia, los desplazamientos, la ambición del oro por por parte de los colonizadores. Por consiguiente la Casa de Congreso es la máxima expresión de memoria y narración. Aquí se mantiene viva esas historias sin papel, sin imágenes fotográficas, y en este recinto sagrado se abre un mundo de interpretaciones.

Las hamacas se cuelgan para cantar y otras para interpretar. Invitan a sentir y recibir el aliento de Nana, madre celestial porque la comunidad reposa sobre las historias ancestrales y a la vez, la narraciòn, les permite proteger, adaptar y continuar la identidad. Desde este lugar se trae a la memoria la sangre derramada de los ancestros y desde esas experiencias de dolor se busca la reconciliación, de la paz y de la unidad.

 

Memoria y reconciliación con la identidad en la labor pastoral

Un territorio y una etnia no significa una identidad o una fe. Por lo dicho el cristianismo es una de esas diversas formas espirituales que se comparten en el territorio de Guna Yala. En este contexto la denominación con mayor influencia en este paraíso son los bautistas. Su permanencia por muchos años ha permitido abrir formas de participación con la cultura y la tradición.

Sin embargo, ese llamado de hacer comunidad con diversas formas de expresar la fe ha tenido una constante de encuentros y desencuentros entre la fe cristiana y la fe ancestral. Pero a pesar de todo en ese caminar entre la fe y las formas ancestrales han unido caminos, tanto los pastores y los líderes, han ensanchado su modo de pensar y la posibilidad de hacer comunidad, por lo que es posible un pastor que asume el rol de un Sagla, lo que algunos posiblemente sostienen como un acto de traición a la fe cristiana. Como visitantes y aprendices en las islas Gunas, es revelador entender que el evangelio que profesamos necesita encontrarse en el camino de los ancestros y esa posibilidad contribuye a los valores de la comunidad.

Ese espacio con los pastores también consistió, además de disfrutar el alimento tradicional Guna, en conversar los desafíos de los pastores indígenas, su diálogo con la comunidad y su responsabilidad con la identidad, en una situación social donde gran parte de las comunidades se desplazan las ciudades.

En este intercambio comprendimos que la conversión no se trata solamente del evangelio a lo cual tenemos que convertirnos, ya que se hace necesario convertirnos a la cultura también. Este es el caso de uno de los promotores de la cultura y la música Guna, Yobani, quien luego de crecer en un contexto urbano ha venido reconciliándose con su cultura y su identidad. Ante este testimonio es necesario ir entendiendo que muchas de las renuncias del ser indígena tiene origen en las relaciones discriminatorias, y otros factores que no garantizan procesos para que los cristianos indígenas puedan replantear su fe desde su cultura.

Aún así, el paso que han dado los pastores bautistas Gunas es importante, ya que han podido vincular sus roles dentro de las comunidades y de alguna u otra forma han sido vistas como personas confiables. Por ahora la comunicación del evangelio continúa en la medida que aparecen nuevos problemas sociales como el consumo de sustancias psicoactivas por parte de los jóvenes — una realidad que, sin duda, ha venido gestándose en otras comunidades.

También nos vamos dando cuenta que hablar de Memoria Indígena implica incluso conversar de los roles y procesos que se deben asumir ante las posibles crisis al interior de una comunidad indígena, por lo tanto, una iglesia indígena consciente de estas realidades permitiría dar testimonio del evangelio y mostraría una profunda preocupación por entender los cambios que se avecina a la comunidad. Por consecuencia luego de estos intercambios, intereses para seguir afinando un programa acorde a nuestra visión indígena; la noción del tiempo, el diálogo horizontal, el compartir, ocupando diversos escenario, la observación, incluso la danza y el canto como una posibilidad también de recordar un pasado oscuro y hacer memoria de ellas fue como un acto de sanación. Para otros participantes este encuentro significó la oportunidad para reconciliarnos con nuestra identidad indígena, para algunos la posibilidad de emprender un camino, pero en general la posibilidad de construir una amistad sólida y profunda que nos puede permitir a responder con eficacia al sueño grande de Dios.

Mientras transcurrían las horas juntas y juntos nuestro tiempo siguió lleno de encuentros y reencuentros. Y en el transcurso de nuestras conversaciones, lamentos y celebraciones sentimos una profunda conexión entre los amigos y las amigas del sur, centro y del norte. En donde pudimos compartir de manera transparente nuestras luchas y anhelos. Creemos que este momento fue un gran paso para seguir cosiendo la mola juntos, guiados y acompañándonos por el Espíritu en nuestro anhelo de seguir al Señor del cosmos desde nuestras identidades.

En Palabras de nuestro amigo Diwar, expresó uno de sus temores con estas palabras: “¿Qué pasaría cuando una iglesia o una denominación va al extremo en un contexto indígena? En algunos casos sucede que las iglesias tienen lugar para exigirle al indígena no pecar pero ¿cuando lo hacen qué sucede? Sobre todo donde no permiten que haya procesos de restauración. Los indígenas estamos en un contexto donde siempre hay choques permanentes con la presencia de otras iglesias. Muchas de estas iglesias cuando llegan dicen ‘el espíritu vivifica y la letra mata’”.

Es comprensible la preocupación de nuestro compañero y amigo Diwar. Los indígenas hemos estado inmerso en una propuesta de evangelización donde casi no se nos permite pensar, en cambio nos ven simplemente como individuos dispuestos a recibir, a tal punto que incluso se nos cuestiona nuestro modo de ser indígena, nuestro modo de celebrar nuestra fe. Bien lo dijo Eugenio Green, uno de los representantes de NAIITS, en una dinámica de diálogo: “la letra que mata es la que no vivifica, la ley que fue hecha para reprimir. Las evasiones se dan también por falta de un buen estudio de la palabra que pueda contribuir a la vida”.

En este camino de la memoria requerimos de procesos, tanto de formación como participación en la comunidad. Siempre hay iniciativas, el espíritu de vida siempre busca acudir una minoría. El fortalecimiento de NAIITS no ha sido la excepción que por más de 20 años ha aprendido a desafiar en un mundo donde hay poca posibilidad de repensar las raíces, donde se tiende a reprimir al ser indígena desde cualquier visión. Pero ese caminar que muchos interpretaron o siguen juzgando les ha abierto las puertas en muchos lugares. En ocasiones el camino se hace posible pero otras veces hay mucha resistencia al llamado. En medio de todo no han dejado de contribuir desde sus espacios académicos y vivenciales.

Para Shari es vital concentrar las fuerzas donde hay ecos, dialogar con entidades y organizaciones que están abiertas. Hay lugares donde las puertas se van a cerrar y allí simplemente se sacuden los pies, ya que hay lugares donde el poder de las denominaciones o instituciones evangélicas tiene mucha autoridad. Otros han optado en acusar, pero nada de eso implica dejar de intentar. El valor fundamental también consiste en la capacidad de escucharse los unos con los otros. Muchas veces, es necesario invitar a los que condenan. Es imposible derrochar esfuerzos solo en las instituciones, muchas veces ellos no pueden cambiar pero dentro de ellas hay personas con habilidades para contribuir. Esta es una de las razones que permite buscar acercamiento con aquellos que pareciera tener una visión distinta.

Shari recuerda que estas iniciativas son procesos largos, es así como Terry lleva cerca de 30 años recorriendo. Cabe decir, entonces, que Memoria Indígena ha comenzado su camino y los que están son parte de ese proceso; unos se han ido, otros están llegando, algunos se mantienen como ha pasado con NAIITS.

Se puede notar que NAIITS en parte es fruto de esa persistencia, pero también otros que no lo son han logrado contribuir y recibir de una forma recíproca. Como parte de esa cooperación y hermandad, Eugenio recordó como también ha sido cuestionado por otros que  consideraron que las ceremonias y las pipas son sincretista.

Ruth Padilla Deborst nos compartió en esta breve reseña histórica el surgimiento de de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL). Mencionando que fue en esa búsqueda de cuestionar las formas hegemónicas, surgió desde los cuestionamientos de un grupo de amigos, interesados en contribuir desde un enfoque teológico desde y para América Latina. Aunque muchos los tildaron de no cristianos, sus propuestas fueron tomando fuerzas. El surgimiento de la FTL es un claro testimonio que muchas expresiones y búsquedas deben salir de la tierra que pisamos.

Memoria Indígena ha venido conformando una amistad donde pueda fermentarse las ideas. Como bien se expresa desde el quehacer guna, ha venido entretejiendo una gran Mola en la búsqueda de plasmar en ella nuestra teología, memorias, historias, biografías y hacer comunidad según las visiones de nuestros pueblos indígenas en Abya Yala y la revelación y verdad de Dios. En este sentido vemos necesario dialogar con la FTL (tanto como NAIITS) y sus contribuciones, sin ánimo de quedarnos centrados en los discursos que manejan, pero con el ánimo de alimentarnos en este caminar en sus experiencias de peregrinaje.

En aquellos años cuando los que más adelante conformaron la FTL, se plantearon una pregunta sencilla cómo ¿Por qué tiene que venir personas de afuera y decirnos lo que tenemos hacer y pensar? ¿Qué queremos compartir? ¿Esto que hemos aprendido, cómo puede aportar a la situaciones reales? ¿Cómo hacemos una teología contextual? Ahora deseamos considerar estas cosas en el contexto de las iglesias indígenas de Abya Yala.

 

Bular imaileged (Creación comunitaria)

Tres mujeres intervinieron en la creación de este arte: Inanadili, quien fue la primera en enseñarles a las mujeres a usar plumas de aves para sus vestidos y confeccionar los primeros diseños. Kikadiryai, quien introdujo el uso del algodón para elaborar hilos y tintes de planta que le traen color a las molas. Finalmente, llegó la tercera mujer, Nagediliyai, de quien se dice que fue quien perfeccionó la elaboración de la mola.

En el transcurso del encuentro, todos y todas participaron, compartiendo sus ideas, experiencias, y sueños. Con la contribución de cada uno fuimos creando juntos y empezaron a emerger estos temas.

Fortalecer nuestra comunidad

Un tema fuerte fue lo de enfocarnos en nuestra comunidad y compañerismo. Tanto dentro de la comunidad de Memoria Indígena como hacia afuera, deseamos crear lazos de compañerismo con otras personas e instituciones como las de Indigenous Pathways y otros más. De igual manera seguiremos fomentando más intercambio entre comunidades e iglesias para fortalecer nuestros lazos de hermandad y aprender mutuamente los unos de los otros.

Este tema también implica nuestro deseo de celebrar más nuestras identidades cuando nos reunimos a través de nuestras memorias, artes, músicas y danzas. Además de seguir apoyando las iniciativas locales, acompañando de esta manera a nuestros hermanos y hermanas en sus contextos.

Aquí dejamos unas ideas que hablamos entre nuestro equipo de cómo hacer esto.

  • Hacer un mejor trabajo de retroalimentación y seguimiento con las personas que participan en nuestros eventos y muestran mucho interés o capacidad. Invitarles a caminar con nosotros y mantenernos en contacto.
  • Comunicarnos entre nosotros con más frecuencia. No solamente para hablar temas de trabajo sino para también fortalecernos en la vida espiritual y la búsqueda de nuestras vocaciones y sueños.
  • Crear lista de temas que debemos hablar y desarrollar como equipo coordinador.
  • Crear otra lista de temas que nos inquieta que podemos empezar a trabajar juntos y con otros por plataformas virtuales. Ismael compartió que quiere facilitar esos espacios y conversaciones.
  • Buscar a personas que pueden servir como nuestros “ancianos” y “ancianas” en este movimiento, especialmente otros indígenas de Abya Yala.
    • Algunos pueden ser indígenas del norte que han caminado más tiempo en este trabajo.
    • Otros pueden ser latinos y latinas que han trabajado tiempo en las áreas de teología contextual, misión integral, educación y formación teológica, y escribir.

 

Producir teologías y reflexión

El segundo tema principal se trató de la necesidad de una formación y educación cristiana indígena. Existe en nuestras comunidades e iglesias un profundo anhelo por ampliar nuestro conocimiento teológico, bíblico y pedagógico pero desde nuestros propias realidades y cosmovisiones indígenas. También nuestra comunidad de Memoria Indígena tiene el deseo de formarnos más para tener la capacidad de formar a otros en este camino de la descolonización de la iglesia indígena y la contextualización crítica de sus prácticas. El ejemplo de NAIITS nos inspira para explorar más juntos cómo podemos acompañar y formar a líderes indígenas quienes desean seguir cultivando una relación con Jesús e iglesias con una profunda identidad indígena entre sus comunidades. Sentimos que nuestra tarea requiere ir formando herramientas, materiales, plataformas y cursos con metodologías y epistemologías indígenas para capacitar a nuestros hermanos y hermanas en Abya Yala que seguirán contribuyendo en el Reino de Dios en sus pueblos y más allá. Aquí anotamos algunas notas y cuestiones principales de nuestras conversaciones:

  • Crear una base de datos de personas, instituciones, programas, libros, y otros recursos que podemos sugerir a los y las jóvenes indígenas que comparten nuestras inquietudes y visiones para la iglesia indígena y quieren formarse y capacitarse más para mejor trabajar estos temas en sus contextos y con su comunidad. Tal vez al principio la lista no tendrá muchas personas indígenas o instituciones que enseñan desde paradigmas indígenas pero nosotros podemos ir creando esos espacios.
  • Relacionado a esta base de datos, necesitamos crear una lista de contactos con todas las personas e instituciones que nos han ayudado o mostrado interés en ayudarnos y apoyar esta visión.
  • ¿Cómo podemos desde ahora identificar a personas claves que queremos apoyar para que se capaciten? Necesitamos ayudar a crear un grupo que puede liderar en crear pedagogías y programas indígenas. Necesitamos acompañarlos en su formación porque lo que está ofrecido ahora no es de una perspectiva indígena (o les ayudamos a mejorar su inglés para estudiar con NAIITS). Incluso debemos pensar en cómo levantar fondos para crear becas.
  • Promover la publicación de reflexiones en nuestro sitio web.
  • En esta área y lo de las biografías necesitamos capacitar a nuevos escritores y escritoras, pero que sepan entrenar a otros y otras también.
  • Tenemos que hacer el trabajo de pensar en el cómo enseñar y aprender.
  • Empezar a crear juntos y juntas recursos para compartir con otros que quieren trabajar en sus contextos (caja de herramientas).

En base a estos temas y otros, juntos con nuestros amigos y amigas de Indigenous Pathways/NAIITS pensamos en unos pasos iniciales que podemos tomar para crear juntos este nuevo diseño de la mola. Con el desafío de que a partir del intercambio de experiencias y conocimiento nuestras relaciones se seguirán fortaleciendo. A continuación mencionaremos algunas implicaciones.

  1. Intercambio de participantes en encuentros anuales. Podemos enviar a algunas personas al encuentro de NAIITS y ellos envían algunas personas a nuestro encuentro. La dificultad aquí más que todo es el problema para conseguir una visa a los Estados Unidos o Canadá. Por eso proponemos que un año NAIITS haga su encuentro en Sudamérica.
  2. Invitar a personas de Indigenous Pathways a participar en nuestros talleres en comunidades indígenas.
  3. Enviar una familia de Memoria Indígena al Powwow Familiar de Wiconi.
  4. Traducir más libros y escritos de autores de NAIITS al castellano.
  5. Pedir documentación de NAIITS sobre sus cursos y programas (y la filosofía y pedagogía detrás de esos programas) que nos puede ayudar a diseñar nuestros propios cursos y programa.

 

Trabajar la mola requiere conocimiento del arte. Se entrelaza una mezcla de saberes que se sienten en la comunidad Gunadule. Participar de esta elaboración conlleva relación con la tierra, con las memorias expresadas en los cantos, narrativas, símbolos del pueblo Gunadule. Es vivir una experiencia que nos permite conocernos y conocer al otro desde sus diversidades, pero también nos permite abrirnos y caminar en el Bad Igala (camino hacia Dios) como lo expresa la espiritualidad Gunadule. Nos permite re-imaginarnos diseños de esperanza y de justicia para los pueblos del Abya Yala. Como hemos expresado en este coser, reconocemos el hilo mayor es Jesús y que por su gracia va tejiendo con nosotros, en nuestros pueblos en Abya Yala. Su amor sigue manifestándose a través de sus buenos propósitos y de la cual la Biblia nos narra de manera cantada las memorias que se entonan en los salmos. En el Salmo 136, el estribillo ¡Porque para siempre es su misericordia! se repite 26 veces. Es muy breve, pero nos recuerda una y otra vez la bondad y los grandes hechos de Dios a favor de su pueblo.

Como Memoria Indígena alabamos con gratitud por lo que Dios hizo. Celebremos los hechos de Dios en las memorias de los pueblos en Guna Yala, Abya Yala, en el mundo, en nuestras vidas y en nuestro encuentro. Gracias por ser parte de este tejido, donde cada hilo de colores se une para formar el momoll (la palabra etimológica para mola que significa mariposa). Es en esta metamorfosis de la vida, reconocemos que Dios está interviniendo con su aguja y formando nuevos diseños. Damos gracias al Señor por que él es bueno. Porque para siempre es su misericordia (Salmo 136:1).

Equipo redactor de Memoria Indígena,

Ismael, Juana, Jocabed y Andrés

 

 

Anexo

Contribuciòn espiritual o pagamento

 

Durante el encuentro de Memoria Indígena en Guna Yala se evocó una práctica ancestral de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Esta práctica consiste en retribuir espiritualmente como una muestra de respeto a los padres del lugar. La retribución consiste en consignar el pensamiento en sitios sagrados, se hace memoria de lo que pensó en el camino, tanto pensamiento bueno y malo. El acto consiste en traer al lugar para dejarlo como alimento, y a la vez es una forma de pedir permiso al lugar.

En Guna Yala optamos por esta práctica como una metodología de participación colectiva, ya que luego de una conversación, salidas a las islas, devocional o exposición cada uno debía consignar algo de su pensamiento en papelito y depositarlo en una mochila que está justo en el centro del círculo. Para incluir todas las voces de los y las participantes en este documento, a continuación verán los pensamientos contribuidos por los participantes del Encuentro de Memoria Indígena, Guna Yala, Panamá, 2018:

Se cose un diseño nuevo de mola cuando hay nuevos colores y retazos. Nuestra teología debe ser tejida en comunidad.

¿La comunidad es iglesia?

Como dijo Marcelo, necesitamos reconocer los que han estado antes que nosotros en el trabajo de hacer la teología contextual.

Nuestro trayecto crece cuando trabajamos y caminamos juntos. El centro es más grande en cada uno de nosotros. (con dibujo de espiral)

Trabajar y soñar juntos

Venimos como amigos, nos fuimos como familia.

Se hace comunidad alrededor de la comida.

La Rueda de Medicina: Cuando cada color-dirección se juntan hay sanidad-integridad para la iglesia, comunidades, e individuos.

¿La iglesia puede escuchar? Si no, nosotros sí.

¿Cómo mantenemos a la comunidad en el centro?

La comunidad es el lugar donde la vida ocurre. La teología también nace de la comunidad. Dios está teologizando.

La iglesia no debe definir o restringir quienes somos como pueblos indígenas sino traer libertad.

Existe la necesidad de ser fuertes, enraizados, para que podamos participar en una conversación más amplia con confianza.

Existe una belleza e historia y conexión cultural rica aquí que es un tesoro para compartir con el mundo. Seremos más ricos en nuestro conocimiento y experiencia de Dios cuando este tesoro se comparte.

El proceso es diferente para cada comunidad y persona. Es importante tener gracia contigo mismo y con otras y otros en el proceso.

El sueño de escuchar las voces de nuestros ancianos/ancestros—la teología que nació desde adentro de nuestro pueblo.

Somos más fuertes juntos.

La voz de la mujer—la mujer indígena—es integral a nuestra comunidad.

El Creador está haciendo grandes cosas con cada uno de nosotros.

Seas fuerte en quien eres.

Nuestras preguntas y conversaciones nos llevarán más cerca al Creador.

Construyamos fraternidad hermandad, una familia grande llena de solidaridad, complementariedad y reciprocidad con mayor generosidad cada vez

Un sentir en armonía y amor.

Si quieres llegar rápido, ve solo! Pero si quieres llegar lejos ve en grupos!

Identidad- y el rol de la educaciòn indígena y cristiana en afirmarla.

Círculo de la vida.

Escuchar consejos de los ancianos es aprender a vivir.

Para vivir el presente y el futuro vivimos pensando hoy, espiral.

Nuestra familia indígena global es la expresión de nuestra iglesia indígena.

No solo escribir, necesitamos también cantar para contar nuestra historia porque el canto sana.

El Señor nos dará la fuerza, el agua como el árbol de nuestra tierra Isaias 61.4

Trabajar juntos, ser apoyo, oportuno, ser una gran familia donde todo es posible allanar.

Cada etnia es particular pero también tenemos mucho en comùn como seres humano.

Unidad, factor importante para crecimiento.

La música, la narrativa, las historias, la danza, el arte son parte integral del ser indígena pero todo  se ve manifestado en espacios reducidos.

La celebración une y reúne a la gente. Cuando celebramos quiénes somos y damos gracias al Señor, el mundo nos escucha.

Reconocer el Corazón del Pueblo es un asunto del reino de Dios.

¿Será posible llegar ser auténticamente indígena y auténticamente cristiano?

Debemos pensar y salir a buscar la educaciòn más integradora e indígena y hacer eco de las naciones desde el norte hasta el sur, impulsando las organizaciones indígenas.

En el mundo indígena necesitamos conocer a Dios como parte de nuestra cultura.

Somos pequeños y pocos. Pensar en crear en un movimiento suena bien pero a veces me siento muy pequeño hacerlo. A veces siento que estas cosas si se quedan como pequeño mejor; aunque si crece bien tambèn.

Dios diverso. Cuando veo los profundos aguas, el mar, veo las caracteristicas de Dios, su amor es inmenso y profundo.

¿Cómo acercarnos a nuestros ancianos indígenas en nuestros días, para que nos puedan guiar y enseñarnos?

Amigos y amigas buscando caminar juntos pero ¿cómo hacerlo bien, desde la distancia?

Memoria Indígena necesita una estructura que refleje las identidades y la visión que tiene. No copiar otras estructuras, tampoco ser descuidado e irresponsables.

Memoria Indígena requiere una estructura que ayude a distribuir roles.

Construir sobre lo que ya se ha venido construyendo, conectar con otras organizaciones y comunidades. Capacitarse para dar voz lo que hay adentro.

Compartir parte de la amistad entre las culturas.

AMIGO

Si el Dios Todopoderoso nos tiene aquí es un propósito para cosas grandes.

Dios es un Dios multicultural.

La identidad es una voz que sale desde lo más profundo del corazón.

En el corazón de la reforma hay un grupo de amigos y amigas que oran, lloran, luchan y exploran en comunidad.

La unidad es importante y fundamental en el camino. Construyamos juntos.

Aproximarse a la creación de la vida presente en la plenitud de la naturaleza es ver el rostro de su autor.

La relación con NAIITS debe seguir pero nuestra esperanza y solidaridad debe estar primero en Jesús y debemos primero empezar a trabajar en nuestra área desde adentro luego hacia afuera.

¿La relación con NAIITS está cambiando a Memoria Indígena, en el sentido de ir escribiendo las historias a educar?

Impulsar el liderazgo y la comunidad integral indígena a través de la teología y cosmovisión bíblica en nuestro continente nativo.

Escuchar a otros nos da discernimiento para caminar juntos

Como sacar de nuestra piel y plasmar obras de arte que de cuenta de nuestros pueblos.

La voz indígena es un don. Dios es para todos los pueblos. El bienestar es de los pueblos y de la tierra, nuestra vivencia depende de oírla.

Me comprometo a acompañar a mis hermanas y hermanos indígenas y hermanos indígenas de Abya Yala a articular y plasmar sus relatos y teología de por escrito (Ruth)

Es tiempo de hablar del cristianismo étnico, algo que ha sido mal visto. Muchas personas que no están de acuerdo con este fenómeno han preferido eliminar antes que conocer sus aportes y sus fallas. Pero reconocer que existen otras expresiones de fe dentro de una comunidad indígena es querer hacer comunidad.

Dialogar más sobre la idea de los alcanzados y los no alcanzados.

¿Por qué seguir intentando trabajar con o desde afuera con instituciones extranjera?  ¿Por qué no reimaginar a la iglesia indígena como un parte integral de nuestra comunidad?

¿Que significa ser iglesia?

La iglesia necesita tomar su rostro indígena en espiritu y en verdad.

Una iglesia que crea oportunidades y hospitalidad.

Iglesia comunitaria

¿ceti y su rol?

Hablar de la verdad en amor, sin miedo, buscar incluir, pero no insistir con los que nos rechazan o no quieren aceptarnos como somos bajo nuestros términos

¿Cómo encontramos a más mujeres?

Todos tenemos un origen que contar un origen, nuestro entorno evoca ese origen, nuestra vida evoca el origen. El sueño grande se va dando de forma orgánica.

Jesús la luz integral e indígena.

La iglesia cristiana tenemos mucho que aportar a nuestras autoridades para la supervivencia de nuestra cultura.

Valorar las experiencias para tener y coger lo mejor de ellas. Ayuda a fortalecer la nación de colectividad, solidaridad entre los que hemos venido una historia común.

Si perdemos nuestro idioma nativo, si dejamos de usarlo van desapareciendo nuestra cultura, al mismo tiempo que las cosmovisiones.

Al escuchar las historias de nuestros hermanos indígenas y hablar en su lengua nativa, entendí que: “Dios fue el primero en hablar en lenguas nativas”.

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